El monitoreo ambiental y de superficies no es una práctica muy recurrente, sin embargo representa un punto de control fundamental para verificar la calidad con la que se está preparando un producto o la calidad del aire y medio ambiente con que se cuenta.
En general las empresas realizan este tipo de análisis como parte de un protocolo de cumplimiento dentro de sus planes de acción para sus auditorías o verificaciones periódicas, pero en pocas ocasiones para tomar decisiones fundamentales con los resultados ahí presentados. Menos aún lo hacen cocinas de hoteles y restaurantes que en general no verifican el medio ambiente y se conforman con hacer algunos análisis de manos a su personal o de algunas superficies de preparación de alimentos, lo cual genera riesgos importantes y no controlados sobre los alimentos que llegan al consumidor final. Ni hablar de monitoreos en baños, pisos, coladeras, paredes de otro tipo de lugares como hospitales, escuelas, centros deportivos, edificios, casas habitación, etc. donde se propagan enfermedades asociadas a hongos, esporas, y bacterias que nunca son monitoreadas hasta que se presentan enfermedades grupales, hospitalarias o incapacitantes.
Es por esta razón que me gustaría hacer énfasis en la importancia de este tipo de estudios. Los estudios de este tipo deben realizarse por empresas especializadas en el manejo de toma de muestras microbiológicas en el suelo, tierra, aire y seres humanos, ya que aunque no son muestras difíciles de obtener, si debe ser analizado el lugar, el número de puntos de muestreo, la técnica más adecuada, seguir el procedimiento para no contaminar las muestras y el posterior seguimiento y análisis de las mismas y sus resultados.
Un buen análisis ambiental y de superficies puede prevenir por ejemplo, contaminaciones cruzadas de bacterias y hongos en un hospital; la posible contaminación de Listeria en plantas de fabricación de alimentos, cárnicos y lácteos por no monitorear cámaras de refrigeración y coladeras; las cada vez más constantes enfermedades respiratorias del personal que labora en edificios con aire acondicionado y que han provocado incluso la aparición de conceptos como "edificio enfermo"; o incluso enfermedades provocadas en nuestras propias casas y oficinas por efecto de hongos en techos, paredes y baños.
Este, es un tema poco abordado y muy interesante, ya que en él está en juego la salud de las personas y la inocuidad de los alimentos que se preparan en la industria. Si para fabricar chips y muchos de los componentes electrónicos actuales se necesitan aires y áreas controladas, ¿Porqué no pensamos un poco en controlar y monitorear las áreas cercanas a nosotros y nuestras actividades?, tal vez no llevemos una sorpresa.
Espero sus comentarios, les envío un saludo a todos.
Q.F.B. Enrique Herrera Guadarrama. Dirección ASAP Laboratorio
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