Existen varias definiciones del término CALIDAD y
puede manejarse este término tanto para definir las características de un
producto o servicio, como para definir el perfil de una persona, sin embargo,
me gusta pensar en la calidad desde el punto de vista empresarial como el
cumplimiento de las especificaciones y de las expectativas de nuestros
clientes, ya que esto engloba que para que un producto o servicio puedan ser de
calidad deben cumplir con todas las características que el fabricante a
definido para él, pero también debe ser útil y satisfacer alguna necesidad de
nuestros clientes objetivo. Existen en el mercado una gran cantidad de
productos o servicios y podemos darnos cuenta que no todos cumplen con ésta
definición de calidad, ya que son productos que no cumplen con las normas
mínimas para su venta o no satisfacen una necesidad real de sus clientes, pero
también podemos observar que hay productos o servicios que exceden las
características de nuestros propios productos y servicios, manteniéndose como
líderes de su sector, de ahí, se deriva la importancia de verificar
constantemente nuestros productos, pero también compararlos cotidianamente con
los de nuestra competencia, de manera que podamos darnos cuenta en que lugar
está posicionado nuestro producto, si está marcando la pauta o es un seguidor
de nuevos desarrollos e innovaciones.
Para poder comparar
nuestros productos, primero debemos estar seguros que son de calidad, es
decir, que cumplen con las especificaciones que nosotros mismos como
fabricantes hemos diseñado para ellos y en segundo lugar verificar que esos
productos cumplen con las expectativas del sector comercial al que queremos
desarrollar, de no ser así, nuestro esfuerzo comparativo será ocioso. El
comparativo de productos puede tener varias vertientes, pero en el área de
alimentos y cosméticos creo que debe basarse en la innovación y desarrollo de
formulaciones, uso de nuevos materiales, en la búsqueda de
diferenciadores y en aumentar en el cliente el valor percibido por el precio.
Es muy interesante darse cuenta que hay productos o
servicios que cuentan con mayor aceptación que los nuestros, aunque nuestro
producto sea mejor en muchos aspectos, por lo que un buen estudio comparativo
nos ayudará a detectar esos diferenciadores y a utilizarlos en nuestro favor,
un ejemplo claro puede ser que una ensalada a la cual se le ha invertido en
investigación y desarrollo para darle un alto valor vitamínico o una carne con
alto valor proteínico, pueden no ser preferidos a productos similares sin este
valor adicional pero que incluyen un colorante para hacerlo más atractivo a la
vista, un empaque más llamativo o un juguete para que sea preferido por los
niños.
De la misma forma es atractivo darnos cuenta que
nuestros productos tal vez, están muy atrás en investigación, desarrollo, uso
de nuevos materiales o que incluso no cumplen con las normas mínimas, por lo
que éste comparativo nos impulsará a buscar nuevos horizontes y a focalizar
nuestros esfuerzos en ciertos aspectos para mejorar nuestro producto o servicio
y en consecuencia contar con mayor aceptación por parte del consumidor final.
Espero sus comentarios, les envío un saludo a
todos.
Q.F.B. Enrique Herrera Guadarrama. Dirección. ASAP
Laboratorio
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