jueves, 28 de febrero de 2013

¿Y la sustentabilidad?

Desde hace algunos meses he estado estudiando los efectos del consumo de proteínas animales dentro de nuestra alimentación y me doy cuenta que, aunque necesarias por el tipo de proteínas, aminoácidos y beneficios que nos proporciona, también tienen un lado negativo que me gustaría poner a su consideración y que voy a ligar con un tema que desde hace algunos años -no muchos- está en boca de todos y se gastan millones de dólares en él, la sustentabilidad.

Comenzaré diciendo que la sustentabilidad, según está definida, es la cualidad de poderse mantener por sí mismo, sin ayuda exterior y sin agotar los recursos disponibles; en la ecología, describe a los sistemas biológicos que mantienen su diversidad y productividad a través de los años y en un contexto social y económico, a la habilidad de las actuales generaciones para satisfacer sus necesidades actuales sin perjudicar a las generaciones futuras.

Una vez dicho lo anterior, me surgen varias preguntas: ¿Acaso el crecimiento en China y en otros países con gran población como la India, Rusia, Brasil, el mismo México, no está provocando una mayor demanda de carne?, ¿Acaso para cubrir esa demanda, no se necesitan más animales, lo que implica un mayor consumo de alimentos para ellos y por lo tanto una mayor producción de granos?, ¿Acaso una mayor producción de granos no implica una mayor deforestación de bosques y selvas?, ¿Y la sustentabilidad?

Por otro lado, me surgen otras preguntas: ¿Acaso el consumo excesivo de proteínas y grasas de origen animal no ha provocado la aparición de enfermedades cardiovasculares, colesterol, obesidad, tumores, cáncer?, ¿Acaso no, la producción actual de granos se destina en un alto porcentaje a la alimentación animal, mientras tenemos déficit alimentario en muchos países del mundo?, ¿Acaso no mueren niños, incrementan las enfermedades inmunodeficientes, hay carencia de vitaminas por falta de consumo de fruta, vegetales, semillas y granos?, ¿Y la sustentabilidad?

Lo que yo veo es que estamos en un círculo pernicioso, muy preocupados por salvar el planeta que desafortunadamente hemos contaminado y deforestado, invirtiendo millones de dólares en sanear los ríos, los mares, evitar la contaminación del aire, minimizar el efecto invernadero, plantando árboles, salvando animales en peligro de extinción, etc., pero por otro lado estamos olvidando al hombre y a nuestra relación con todo el entorno, con el ecosistema, ahora vivimos más, pero para tomar medicamentos todo el tiempo por las enfermedades que padecemos, gastando más en servicios médicos, unos muriendo de hambre y otros muriendo por efecto de la obesidad, lo que veo es que si la humanidad sigue por ese rumbo, vamos a salvar al planeta pero vamos a desaparecer nosotros, tal vez estamos cavando nuestra propia tumba con nuestro afán de producir, de consumir, de poseer, sin pensar que somos parte de un todo y que lo que hagamos o dejemos de hacer afecta todo nuestro entorno, para bien y para mal, ojalá que reflexionemos y éstas preguntas que me surgieron los hagan también a ustedes pensar y preguntarse como yo…¿Y la sustentabilidad?

Espero sus comentarios y los invito a enviarme sus sugerencias. 
Quedo a sus órdenes. Q.F.B. Enrique Herrera Guadarrama. ASAP Laboratorio

miércoles, 27 de febrero de 2013

¿Qué es el análisis de especie animal?

A nivel científico, una forma de identificar y clasificar a los animales, plantas, insectos, bacterias, etc., es a través de la taxonomía biológica, cada organismo es clasificado por reino, división, clase, orden, familia, género y especie; de éstas categorías, la más importante es la especie, ya que es la unidad básica de la clasificación biológica, por ejemplo, el término Pinus es un género integrado por numerosas especies de pinos (pino albar, pino negral, pino carrasco, etc.) o el Homo sapiens (“Hombre sabio”) que corresponde al género hombre y a la especie del hombre actual; de la misma forma se cuenta con especies animales que se diferencian claramente un organismo de otro.

Una vez que sabemos esto, parecería impensable que tengamos que poner atención en el tipo de especie de carne con la que nos alimentamos, sin embargo, la diversidad cultural (hay países, regiones o individuos que no se alimentan de cierto tipo de carne, por ejemplo, los musulmanes no comen carne de cerdo), las diferentes estrategias de sanidad (hay países que controlan cierto tipo de alimentos, como los lácteos, por cuestión de alergias o por cierto tipo de intolerancias), pero principalmente la sustitución o adulteración por motivos económicos, hace necesario que en todo el mundo se tengan que realizar análisis para la identificación de la especie animal de la carne que se comercializa y se pone a disposición de los consumidores.

La adulteración de materias primas como la carne y la leche de una especie a otra, sucede comúnmente cada vez más  por el incremento de la demanda de estos productos en todo el mundo y la dificultad de ponerlos a disposición del consumidor final, lo que genera un alza de precios en los productos originales, que tratan de ser remplazados por otros, tal es el caso de la carne de perro o caballo que trata de ser colocada en lugar de la carne de res, o la leche de cabra por la de vaca. Para el personal experimentado y conocedor, es difícil que el engaño prospere, sin embargo, en los centros de distribución de todo el mundo donde se manejan toneladas de carne o litros de leche diariamente, es difícil identificar a simple vista una especie de otra, no se diga en la carne incluida en cada vez más platillos listos para comer (Ejemplo claro lo tenemos en el caso español, donde carne de caballo fue encontrada dentro de ravioles listos para prepararse, en lugar de carne de res).

Es por ésta razón que el análisis de especie animal en la carne fresca y en los productos procesados que contienen carne es muy importante hoy en día. La identificación de proteínas es un método que hasta hace un tiempo se había venido utilizando, sin embargo la desnaturalización de las mismas por los procesos térmicos a los que son sometidos los alimentos, han hecho que este método haya perdido efectividad para alimentos preparados, por lo que actualmente se utilizan técnicas de ADN mitocondrial como un efectivo marcador de especies, ésta técnica basa su efectividad en que la información genética se encuentra en todas las células nucleadas de cualquier tejido o fluido del animal y porque la información permanece invariable a lo largo de la vida del animal, su sacrificio e incluso su procesamiento. Así que, cuidado con lo que se come!!.

Este artículo ha sido escrito a petición de uno de nuestros lectores, le agradezco su propuesta, les envío un saludo y espero sus comentarios. 
Q.F.B. Enrique Herrera Guadarrama. ASAP Laboratorio

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