Cada vez crece más en México y en
el mundo la demanda de productos vegetales sanos, sabrosos, pero en un empaque
que facilite su uso y preparación, ya que se promueve mucho el consumo de este
tipo de productos para cuidar la salud, sin embargo, el tiempo que se necesita
para prepararlos y transformarlos dificulta su consumo, por lo que la industria
ha buscado la forma de facilitar al consumidor la presentación del producto
tratando de aprovechar ésta ola positiva, incluso cada vez es más frecuente
escuchar el término “orgánico” para denominar este tipo de productos y que han
sido desarrollados libres de sustancias químicas, fertilizantes, plaguicidas,
etc. que hagan más “natural” al producto en cuestión, lo cual ha desarrollado
todo un concepto en cuanto a prácticas de fabricación, nuevas prácticas de
conservación, calidad e inocuidad del alimento. En esta ocasión platicaré
acerca de algunos de los requisitos que debemos tomar en cuenta para garantizar
la vida de anaquel de éstos productos.
Primeramente comenzaremos con el
procesamiento de estos productos, el cual incluye el lavado, cortado, pelado,
escurrido y preparación en su forma final, todos estos pasos conllevan un control microbiológico del proceso tanto para la materia prima como para el
personal, maquinaria, ambiente y por supuesto para el producto final; en
algunos casos también implica la utilización de antioxidantes y/o agentes
antimicrobianos que no sean perjudiciales o que le den un valor nutricional
complementario al producto, esto para garantizar al consumidor un producto
inocuo y con una apariencia agradable que invite al consumo. Después, estas
frutas y/o vegetales se colocarán en envases, generalmente con atmósfera
modificada, que junto con la utilización adecuada de la cadena de frío, ayudará
a prolongar el tiempo de vida de anaquel de los productos, sin embargo, su
deterioro natural y manejo inadecuado, ponen en riesgo la calidad.
Luego del envasado, los productos
deben ser conservados a temperaturas entre 2-5°C, lo cual implica un correcto
almacenamiento y con un sistema de enfriamiento razonablemente rápido, las
buenas prácticas nos dictan que se debe tener cuidado con las primeras entradas
y primeras salidas para evitar merma o riesgos de deterioro del producto. La
temperatura de almacenamiento de estos productos es el factor más importante
para el control adecuado de este tipo de productos ya que se ha demostrado que
en muchos casos el aumento de la temperatura afecta tanto la parte
microbiológica como organoléptica de un producto en casi un 50% por cada 5
grados de temperatura, esto es, si un producto a 5°C iba a durar 10 días, a
10°C solo durará 5 días, a 15°C solo 2 y a 20°C solo una cuantas horas.
Lo anterior hace que la industria
deba contemplar dentro de sus planes, mantener una carga bacteriana muy baja de
inicio, un almacenamiento correcto, pero sobre todo una distribución adecuada
del producto, ya que es en este punto donde la mayoría de este tipo de
productos pierden vida de anaquel por realizarla inadecuadamente, la elección
del sistema de distribución se hace entonces clave dentro del proceso de
comercialización. La integridad y conservación de la cadena de frío se hace fundamental
para alcanzar la máxima vida de anaquel con calidad e inocuidad.
Les agradezco sus comentarios y
los invito a continuar revisando este tema en la segunda parte de este
artículo.
Quedo a sus órdenes. Q.F.B. Enrique Herrera Guadarrama. ASAP Laboratorio
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