Una de las formas más socorridas
de conservación de alimentos son los envasados al vacío y en atmósfera
modificada, para lo cual es importante hacer una correcta elección del material
adecuado para cada caso, puede ser flexible, rígido o semi-rígido, ésta
elección es fundamental para el éxito de la aplicación y muy importante para
que el envase mantenga la atmósfera protectora durante el mayor tiempo posible,
con el fin de prolongar la vida del producto.
El sistema de envasado más
sencillo es el envasado al vacío, en él, por medio de una bomba de vacío, se
extrae el aire del interior del envase y se sueldan los materiales una vez
extraído para garantizar la estanqueidad
A. Vacío: Es la diferencia entre la presión
atmosférica del medio ambiente y la presión en el interior de un envase
herméticamente sellado, a la misma temperatura.
Debido a
éste efecto, el material plástico se ciñe al producto, por lo que se suelen
utilizar materiales flexibles para su adaptación al producto.
El otro
sistema de envasado es el de atmósfera modificada (MAP):
B. Atmósfera modificada: Es la
aplicación de vacío, para posteriormente realizar la inyección de una
combinación de gases (normalmente Oxígeno, Nitrógeno y Dióxido de Carbono) que
se encuentran dentro de un empaque con sellado hermético (para mantener las
condiciones por un tiempo prolongado) - dejando el producto final con una
apariencia natural y sin quedar colapsado - y que se encuentran en un porcentaje
diferente a las condiciones normales de aire (Oxígeno alrededor de 20.94%,
Nitrógeno entre 75-78% y otros gases < 4%).
Es decir, el
proceso de envasado en atmósfera modificada implica la aplicación de vacío,
para posteriormente inyectar los gases al contenido y dejar el producto con
apariencia natural.
Aunque cada
producto es diferente se puede decir que para productos con poca actividad de
agua se recomienda utilizar nitrógeno como gas principal ya que retrasa la
oxidación y previene el enranciamiento; para producto con actividad acuosa
media, se suele utilizar una mezcla de nitrógeno con Dióxido de carbono, ya que
el Dióxido de carbono tiene un efecto positivo contra la mayoría de las bacterias y para productos con actividad de agua alta, se sugiere utilizar
una mezcla de nitrógeno, dióxido de carbono y oxígeno, dándole a productos que
necesitan respiración la oportunidad de verse y mantenerse frescos.
La correcta
elección y uso de estos sistemas de conservación permitirán una mayor vida de anaquel y una mejor apariencia en los productos finales.
Sigo en espera de sus
comentarios, saludos a todos.
Q.F.B. Enrique Herrera Guadarrama. ASAP Laboratorio.