El área de cocina en Hoteles y Restaurantes, así como las áreas de preparación en la industria de los
alimentos, deben mantener un programa de limpieza y sanitización constante y
verificable, ya que es un elemento fundamental para la seguridad alimentaria de
los consumidores finales de los productos fabricados.
Estas empresas deben contar con los llamados Procedimientos Operativos Estándar de Sanitización (POES-SSOP en inglés), con el fin de eliminar las Enfermedades Transmitidas por alimentos (ETA´s), dentro de los cuales deben contemplar el uso de Desinfectantes y/o Sanitizantes de áreas y productos.
Los Sanitizantes son sustancias
químicas que reducen el número de microorganismos a un nivel seguro. No necesitan
eliminar el 100% de los microorganismos presentes en un producto para ser
efectivos, ya que esto depende del porcentaje de reducción que tenga el
sanitizante y de la cantidad de microorganismos que contenga el alimento antes
de su uso, por lo que es muy importante que antes de hacer uso de un
sanitizante se deben utilizar técnicas que disminuyan la carga bacteriana en un
primer momento y después hacer uso del producto germicida para tener la
efectividad buscada, de lo contrario, es muy probable que el sanitizante tenga
un buen porcentaje de reducción de bacterias (99.9% en general) pero esto no
garantice la seguridad alimentaria del alimento, por ejemplo, en el área de
cocina de hoteles y restaurantes, uno de los problemas más comunes es el control
de la carga bacteriana en lechugas, hojas, frutas, legumbres, etc. que son
productos que por lo general no se cocinan y por lo tanto su riesgo
microbiológico es alto, si no se hace un buen procedimiento de lavado previo,
la carga bacteriana será muy alta y aunque el sanitizante sea efectivo, no será
suficiente para darle al producto una seguridad alimentaria (Una carga de
1,000,000 de UFC podrá bajar solo a 10,000 UFC suponiendo una efectividad del
sanitizante del 99%), en cambio un producto bien tratado antes del sanitizante
disminuirá el riesgo de manera muy importante (Una carga de 10,000 UFC con el
mismo sanitizante nos daría una carga de solo 100 UFC al final).
De la misma forma, la correcta
aplicación de los procedimientos ayudará a la efectividad real de los productos
que se utilicen, por ejemplo en el lavado de manos del personal comúnmente se
hace un buen lavado con jabón, sin embargo no se espera a que las manos estén
secas para colocar el sanitizante y por lo tanto, éste se diluye con los mismos
restos de agua mermando su actividad. Este buen uso de los productos redundará
en mejores resultados, más seguridad y mayor aprovechamiento del dinero
invertido.
Sigo en espera de sus
comentarios, saludos a todos.
Q.F.B. Enrique Herrera Guadarrama. ASAP Laboratorio.
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